Te contamos las VENTAJAS y los INCONVENIENTES de INVERTIR en BOLSA o en FONDOS DE INVERSIÓN. ¿Qué es mejor para ti? ¿Qué diferencias hay entre ambos?
Javier, al que a partir de ahora conoceremos como Xavo, es un amigo mío. Pese a que su vida laboral y los estudios asociados a ella no discurren por el camino de las finanzas, siempre ha mostrado cierto interés por los mercados financieros y, por qué no decirlo, por cualquier método que le permita obtener algo de dinero adicional.
El otro día se puso en contacto conmigo para contarme lo que le había pasado en la oficina bancaria que acostumbra a visitar para llevar a cabo sus gestiones rutinarias. Es una oficina modesta, de unos tres o cuatro empleados, perteneciente a una de las famosas Cajas de Ahorros que, pese a que ahora son bancos, han costado mucho dinero al contribuyente español.
Esta oficina es un reflejo de lo que sucede en gran parte de las miles que asolan nuestro país. En ella, solo trabaja una empleada, mientras que el resto de empleados se dedican a leer el periódico o a consultar sus redes sociales, a la espera de que algún incauto entre a pedir un préstamo, hipoteca… y poder equiparlo con todo seguro de hogar o depósito bancario disponible. Y si puede traer su nómina a cambio de un juego de sartenes, mucho mejor.
Pero no nos desviemos del tema. La única trabajadora “digna” de tal consideración es una mujer de unos cincuenta años que se dedica, principalmente, a cuestiones operativas, como ingresos, transferencias y retiradas de efectivo.
Xavo tenía intención de llevar a cabo una transferencia a un broker internacional para poder operar con un determinado instrumento financiero en el mercado de divisas.
Al ver el nombre del destinatario (una agencia de brokerage o corretaje), la empleada de la oficina bancaria se mostró extrañada, tanto por su condición como por la notable suma de dinero de la transferencia. Pocos clientes de esa humilde oficina llevaban a cabo operaciones de ese calibre.
Cuidado con los consejos de los bancos
Al preguntarle por la operación que estaba llevando a cabo, la empleada bancaria comenzó a hablarle sobre las bonanzas de los fondos de inversión que ofrecía la entidad bancaria, y sobre el magnífico equipo gestor encargado de confeccionar dichos vehículos de inversión. En este punto de la trama, conviene señalar que mi amigo Xavo ya había sido advertido sobre la dudosa rentabilidad de los productos que ofrecen los bancos que, en la mayor parte de los casos, son incapaces de superar su índice de referencia. Pero Xavo tenía mucho tiempo libre y se quedó a escuchar lo que aquella empleada quería contarle.
El primero de los argumentos para convencer a Xavo fue que los fondos de inversión de la entidad habían obtenido una rentabilidad superior a la de los depósitos bancarios, que rondaban el 1-1,5% anual. El segundo fue que "todo el mundo sabe que la bolsa nunca baja", y por último, intentó convencer a Xavo de que operar con los fondos del banco no entraña ningún tipo de riesgo.
Al escuchar su exposición, Xavo estuvo tentado de desviar parte de sus ahorros a alguno de estos fondos (el abanico era amplio), pero en un ejemplo de cautela, esperó y me llamó para preguntarme por la operación que estaba a punto de realizar. Lo que la empleada tenía de buena comunicadora, lo tenía de ignorante o malintencionada, juzguen ustedes mismos
Ventajas e inconvenientes de invertir en bolsa o en fondos de inversión
En primer lugar, la rentabilidad de un determinado producto financiero no se puede comparar con la de otro de distinta naturaleza. Cada producto conlleva un riesgo determinado que suele compensarse en forma de una mayor rentabilidad potencial. Es decir, a mayor riesgo, mayores ganancias (o pérdidas) podemos esperar. Por ello, conviene comparar cada producto con otros similares, de la misma categoría. En el caso de los fondos de inversión, debemos establecer una comparativa entre la rentabilidad obtenida por el fondo y su benchmark. Si el fondo invierte todo su capital en bolsa española, nuestro benchmark de referencia será el Ibex 35. En cambio,si invierte el capital en bolsa alemana, el benchmark será el DAX 30.
En segundo lugar, la bolsa, al igual que sube, también baja. Si bien es cierto que si establecemos un horizonte temporal largo (por ejemplo, 30 años), los datos empíricos sugieren que la bolsa siempre sube. Pero, en ocasiones, el horizonte temporal del inversor no es tan grande, y puede necesitar desinvertir parte de su capital para hacer frente a gastos inesperados. En este sentido, conviene no fiarse de la premisa de que "la bolsa nunca baja", ya que ante una repentina bajada brusca, podemos esperar años hasta que la cotización se recupere, si es que lo hace.
En último lugar, resulta evidente que toda inversión entraña unos riesgos que, por pequeños que parezcan, pueden ocasionarnos la pérdida de una parte del capital invertido. Una forma de minimizar la exposición a estos riesgos es diversificar nuestras inversiones, pero este es un tema que se abordará más adelante, en otros artículos.
Eso fue lo que le contesté a mi amigo Xavo, y le sugerí que volviese a la oficina bancaria a por más información en soporte escrito, ya que las palabras se las lleva el viento. Al llegar y preguntar por algún folleto de información en el que apareciese la denominación concreta del fondo, la filosofía del mismo, los porcentajes de inversión en Renta Variable, Renta Fija y Liquidez (cash), las principales posiciones o las rentabilidades pasadas, se encontró con que no había ningún folleto disponible y la única información era la que le podía aportar de forma oral una empleada, que ya había demostrado su desconocimiento sobre la materia o su mala fe, depende de cómo se quiera ver.
Ante esta situación, Xavo descartó entrar en los fondos de inversión de la entidad bancaria debido a la falta de profesionalidad de los empleados. Una cosa es depositar una cantidad de dinero en un depósito a un interés fijo y otra es invertir unos ahorros en un instrumento de inversión comercializado con tanta opacidad. El oscurantismo de ciertos actores financieros no ayuda nada al sector, ya que el ahorrador particular siente miedo y desconfianza.
A lo largo de la andadura inversora, numerosos "vendehúmos" nos querrán vender sus productos, cursos, guías… De nosotros depende saber discriminar aquello que no merece la pena de lo que si la merece.
Artículos que forman parte de esta guía del inversor: 1. Introducción. 2. Guía Ibex. 3. ¿Bolsa o Fondos de Iniversión?. 4. Errores a la hora de invertir. 5. Consejos. 6. Adaptarse al mercado. 7. Comprar en épocas de incertidumbre. 8. Mercados poco conocidos. 9. Valores bursátiles tradicionales. 10. Invertir en Turquía. 11. Peligros al invertir.
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