Para un inversionista de largo plazo, los actuales niveles del Dow Jones son bajos y constituyen una alternativa de inversión atractiva, y e...
Para un inversionista de largo plazo, los actuales niveles del Dow Jones son bajos y constituyen una alternativa de inversión atractiva, y en éste hay acciones que hoy tienen valorizaciones interesantes, si se evitan los sectores relacionados a la tecnología y las telecomunicaciones.
Algunos de los recientes indicadores de actividad económica de Estados Unidos parecieran señalar que esta economía estaría topando fondo. En efecto, indicadores tan importantes como la encuesta NAPM (National Asociations of Purchasings Managers) que arroja una visión del sector manufacturero y de servicios, y el Sentimiento del Consumidor, que da una perspectiva del nivel de confianza de los consumidores en cuanto al futuro crecimiento económico, han mostrado avances en los últimos meses.
A primera vista, la conclusión más obvia es que la economía de Estados Unidos topó fondo y que entraría en su etapa de crecimiento más acelerado. Si esto es verdad, cabe preguntarse por qué indicadores que usualmente anticipan la recuperación de la economía, tales como el índice accionario Dow Jones o la tasa del tesoro americano a treinta años, no reflejan tal evento. En efecto, en los últimos tres meses, que es cuando comienza a ganar visibilidad la recuperación, el Dow Jones y las tasas han caído, en circunstancias de que la trayectoria debió haber sido la contraria.
Este fenómeno se explica porque, a pesar de que existe coincidencia en el ámbito de los analistas económicos de que la economía topó fondo, el riesgo de que la recuperación sea falsa está aún latente. Para que este riesgo desaparezca, se necesita que la actividad industrial dé signos de recuperación, pues por sí solos los consumidores no pueden sostener el crecimiento económico, ya que la actividad industrial genera empleos y éstos incrementan el sentimiento de los consumidores.
La tasa anual de actividad industrial no ha dejado de disminuir en los últimos diez meses. Lo positivo, sin embargo, es que los inventarios, según la última información publicada, han mostrado un signo positivo. En efecto, la relación inventarios a venta, que permite ver la velocidad de salida de los productos manufacturados, disminuyó en el último mes, lo cual, de consolidarse como tendencia, significaría que el proceso de reactivación comienza definitivamente.
Para que la industria mejore, se requiere necesariamente de una disminución del nivel de inventarios, ya que esto constituye la señal, que los productores requieren para comenzar a producir, lo cual se traduce en el corto plazo en nuevas contrataciones y mejora aún más el sentimiento de los consumidores.
Por lo tanto, a pesar de que la economía de Estados Unidos pareciera haber topado fondo, creemos que el catalizador de una recuperación de los precios de las acciones más importantes de este país, es decir, aquellas que forman parte del índice Dow Jones, es el mejoramiento de la actividad industrial. Por el momento, las señales de la industria son negativas, y los indicadores que anticipan su recuperación, como los inventarios, sólo muestran un dato positivo, lo que me parece insuficiente como señal tanto de un detenimiento de la caída como de una posible recuperación.
Cabe señalar que los datos de actividad industrial incluyen los sectores tecnológicos y de telecomunicaciones, que por la naturaleza de su ciclo tienden a subestimar la situación de los otros sectores. El sector de tecnología y telecomunicaciones, producto del exceso de inversión y endeudamiento, tiene un nivel de inventarios muy elevado que va a costar eliminar, más aún si las ventas están más deprimidas que el resto de la industria.
Otro indicador importante para estimar lo que el mercado piensa de la actividad industrial son los precios de los bienes básicos, ya que éstos son el insumo inicial de la cadena de producción. Por lo tanto, basta mirar el precio del cobre y del petróleo para darse cuenta de que las expectativas del mercado han ido empeorando en el último tiempo.
Para un inversionista de largo plazo, los actuales niveles del Dow Jones son bajos y constituyen una alternativa de inversión atractiva, y en éste hay acciones que hoy tienen valorizaciones interesantes, si se evitan los sectores relacionados a la tecnología y las telecomunicaciones.
Sin embargo, si usted es uno de esos inversionistas menos adversos a las bajas de precios, existe riesgo aún de que dicho indicador podría enfilar hacia el sur, sobre todo si estamos en la temporada de publicación de resultados, en que las empresas que decepcionan al mercado (aquellas que aparecen con resultados más bajos a los esperados por los analistas de Wall Street) son castigadas significativamente.
En la medida en que el ciclo de crecimiento económico no dé señales sólidas de recuperación, lo más probable es que los analistas sigan corrigiendo sus estimaciones hacia abajo.
Algunos de los recientes indicadores de actividad económica de Estados Unidos parecieran señalar que esta economía estaría topando fondo. En efecto, indicadores tan importantes como la encuesta NAPM (National Asociations of Purchasings Managers) que arroja una visión del sector manufacturero y de servicios, y el Sentimiento del Consumidor, que da una perspectiva del nivel de confianza de los consumidores en cuanto al futuro crecimiento económico, han mostrado avances en los últimos meses.
A primera vista, la conclusión más obvia es que la economía de Estados Unidos topó fondo y que entraría en su etapa de crecimiento más acelerado. Si esto es verdad, cabe preguntarse por qué indicadores que usualmente anticipan la recuperación de la economía, tales como el índice accionario Dow Jones o la tasa del tesoro americano a treinta años, no reflejan tal evento. En efecto, en los últimos tres meses, que es cuando comienza a ganar visibilidad la recuperación, el Dow Jones y las tasas han caído, en circunstancias de que la trayectoria debió haber sido la contraria.
Este fenómeno se explica porque, a pesar de que existe coincidencia en el ámbito de los analistas económicos de que la economía topó fondo, el riesgo de que la recuperación sea falsa está aún latente. Para que este riesgo desaparezca, se necesita que la actividad industrial dé signos de recuperación, pues por sí solos los consumidores no pueden sostener el crecimiento económico, ya que la actividad industrial genera empleos y éstos incrementan el sentimiento de los consumidores.
Actividad Industrial
La tasa anual de actividad industrial no ha dejado de disminuir en los últimos diez meses. Lo positivo, sin embargo, es que los inventarios, según la última información publicada, han mostrado un signo positivo. En efecto, la relación inventarios a venta, que permite ver la velocidad de salida de los productos manufacturados, disminuyó en el último mes, lo cual, de consolidarse como tendencia, significaría que el proceso de reactivación comienza definitivamente.
Para que la industria mejore, se requiere necesariamente de una disminución del nivel de inventarios, ya que esto constituye la señal, que los productores requieren para comenzar a producir, lo cual se traduce en el corto plazo en nuevas contrataciones y mejora aún más el sentimiento de los consumidores.
Por lo tanto, a pesar de que la economía de Estados Unidos pareciera haber topado fondo, creemos que el catalizador de una recuperación de los precios de las acciones más importantes de este país, es decir, aquellas que forman parte del índice Dow Jones, es el mejoramiento de la actividad industrial. Por el momento, las señales de la industria son negativas, y los indicadores que anticipan su recuperación, como los inventarios, sólo muestran un dato positivo, lo que me parece insuficiente como señal tanto de un detenimiento de la caída como de una posible recuperación.
Cabe señalar que los datos de actividad industrial incluyen los sectores tecnológicos y de telecomunicaciones, que por la naturaleza de su ciclo tienden a subestimar la situación de los otros sectores. El sector de tecnología y telecomunicaciones, producto del exceso de inversión y endeudamiento, tiene un nivel de inventarios muy elevado que va a costar eliminar, más aún si las ventas están más deprimidas que el resto de la industria.
Otro indicador importante para estimar lo que el mercado piensa de la actividad industrial son los precios de los bienes básicos, ya que éstos son el insumo inicial de la cadena de producción. Por lo tanto, basta mirar el precio del cobre y del petróleo para darse cuenta de que las expectativas del mercado han ido empeorando en el último tiempo.
¿Invertir o No?
Para un inversionista de largo plazo, los actuales niveles del Dow Jones son bajos y constituyen una alternativa de inversión atractiva, y en éste hay acciones que hoy tienen valorizaciones interesantes, si se evitan los sectores relacionados a la tecnología y las telecomunicaciones.
Sin embargo, si usted es uno de esos inversionistas menos adversos a las bajas de precios, existe riesgo aún de que dicho indicador podría enfilar hacia el sur, sobre todo si estamos en la temporada de publicación de resultados, en que las empresas que decepcionan al mercado (aquellas que aparecen con resultados más bajos a los esperados por los analistas de Wall Street) son castigadas significativamente.
En la medida en que el ciclo de crecimiento económico no dé señales sólidas de recuperación, lo más probable es que los analistas sigan corrigiendo sus estimaciones hacia abajo.
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