Aprende todo lo que necesitas saber sobre los aspectos de la ECONOMÍA relacionados con el el PLENO EMPLEO, DESEMPLEO y el SUBEMPLEO. ¿En qué consisten? ¿Cuáles son sus clases?
Dentro de un concepto estricto, el empleo es la labor realizada conforme a un contrato formal escrito, verbal o de hecho, individual o colectivo, a cambio de una retribución pecuniaria denominada salario. Al trabajador contratado se le denomina empleado y a la persona contratante empleador.
Dentro de una concepción mucho más amplia, el vocablo empleo se refiere como antónimo de desempleo y designa toda labor por la cual se genera un ingreso. Es decir, que envuelve, además del trabajo asalariado, el trabajo autónomo y en general el realizado por la población ocupada, esto es, por la parte de la población activa que ciertamente está laborando con el propósito de obtener un beneficio económico.
Actualmente, el empleo es una circunstancia difícil de garantizar para toda la población activa. Esto hace que los estados intensifiquen sus esfuerzos para disminuir el número de desempleados y, por ende, paliar las consecuencias negativas que derivarían de esta situación.
¿En qué consiste el pleno empleo?
Los gobiernos desean siempre ofrecer plenas oportunidades de empleo en sus economías, es decir, que toda persona que quiera trabajar pueda hacerlo. Mediante este mecanismo se pretende construir una sociedad políticamente sólida y participativa, económicamente productiva, donde socialmente impere la justicia.Las personas en aptitud de trabajar forman la llamada población económicamente activa, formada por quienes poseen la habilidad de laborar aun cuando permanezcan temporalmente sin ocupación por causas ajenas a su voluntad. A este grupo pertenecen las personas en edades entre los 15 y 65 años de edad que no posean impedimento para trabajar, y se excluyen de él los niños, los ancianos, los estudiantes, los enfermos, los discapacitados, los jubilados, los interdictos y los condenados a penas privativas de la libertad.
El pleno empleo, en otras palabras, es aquella situación en la que la demanda de trabajo es igual a la oferta. Según esta definición, el desempleo, en una situación de pleno empleo, sería "0". El pleno empleo es, para decirlo de otra manera, una situación de equilibrio entre la demanda y la oferta de trabajo en una sociedad específica.
En realidad, se considera que existe "pleno empleo" aun cuando prevalezca cierto nivel bajo de desempleo, que estaría representado por los desempleados en proceso de cambio de un trabajo a otro (desempleo friccional) y a un porcentaje de personas desempleadas que en determinadas circunstancias no quieren obtener un empleo específico, ya que no satisface sus perspectivas laborales o personales. Todas esas personas pueden o no ser consideradas a la hora de establecer si una economía en particular está en una situación de pleno empleo. De todos modos, ya hablaremos más adelante del desempleo.
El mito del pleno empleo
El empleo absoluto es una meta inalcanzable, porque incluso en las sociedades más florecientes siempre existe algún género de desempleo estacional causado por la disminución de la demanda de bienes y servicios económicos en ciertas épocas del año. Asimismo, se dan situaciones de desempleo coyuntural que vienen determinadas por circunstancias económicas pasajeras.El pleno empleo fue en principio una expresión y concepto utilizados por el economista inglés John Maynard Keynes (1883-1946) en su libro esencial "Teoría general del empleo, el interés y el dinero", publicado en Londres en 1936. En dicho texto está contenida la parte sustancial de su teoría económica, que se denominó keynesianismo. El pleno empleo propagaba la riqueza del país y de los ciudadanos mediante la implementación de políticas macroeconómicas keynesianas.
Señala Raúl García Durán que, para John Keynes, el equilibrio del mercado que produjo la crisis de 1929 expuso cómo podía darse un equilibrio teórico sin pleno empleo, con pésima utilización de recursos humanos y productivos y provocando una crisis económica profunda del sistema capitalista de mercado.
Dentro de la teoría keynesiana se impulsa la soberanía del consumidor y se defiende que el consumo depende de la renta y ésta de la inversión. El equilibrio del mercado no garantiza el pleno empleo ni el consumo ni la inversión y sí una honda crisis, y propone que el libre funcionamiento del mercado genera una falta de demanda efectiva que obliga al Estado a suplir la ineficiencia del mismo.
Desde el punto de vista del liberalismo económico, bajo el planteamiento de la Ley de Say se mantiene que, en una situación ideal de competencia perfecta, el pleno empleo se lograría a través de la ley de la oferta y la demanda. Si existiese desocupación, los salarios tenderían a bajar, porque habría trabajadores dispuestos a incorporarse al mercado por salarios menores y, sobre esta base, las empresas buscarían usar el factor trabajo, aumentando así la demanda del mismo y forjando una situación de pleno empleo.
Igualmente existe el pensamiento económico que el pleno empleo sólo se puede lograr a costa de aumentar la inflación, ya que ésta provee un medio de hacer descender los salarios reales sin que los nominales desciendan.
Otra propuesta de política económica es "el trabajo garantizado”, que pretende proporcionar una solución razonable al problema dual de la inflación y el desempleo. Su fin último es lograr tanto el pleno empleo como la estabilidad de precios. El concepto está relacionado con que el Estado se convierta en empleador en última instancia.
Según esta propuesta, la orientación actual de la política económica mundial es la llamada neoliberal, y utiliza el desempleo como una herramienta política para controlar la inflación. Cuando la presión sobre los costos se realza, la política monetaria estándar aplicada por la autoridad monetaria (banco central de cada país) perturba las tasas de interés y favorece la dificultad de obtener créditos, provocando la creación de una reserva de estabilización para las personas desempleadas, lo que reduce las demandas salariales y, en última instancia, la disminución de la inflación.
De esta manera, cuando las expectativas inflacionarias disminuyan, se reactivaría la creación de empleo. Por el contrario, con la propuesta de un trabajo garantizado se garantizaría la misma protección contra la inflación sin el enorme coste social del desempleo. Por lo tanto, los defensores del trabajo garantizado argumentan que se resolvería el problema tradicional de la dualidad entre pleno empleo y estabilidad de los precios.
¿Qué es el desempleo?
Podemos definir el desempleo como la situación en la que se encuentran las personas que, teniendo edad, capacidad y deseo de trabajar, no pueden obtener trabajo, cayendo en una situación de paro forzoso. Para indicar el número de parados de una determinada población se utiliza la tasa de desempleo por país u otro territorio. El escenario opuesto al desempleo es el pleno empleo, del que ya os hemos hablado en este artículo..
Conviene recordar que en una sociedad nos encontramos con una población económicamente activa en la que se engloban tanto a los que están trabajando como al conjunto de los parados o desempleados de un país. Sin embargo, hay que diferenciar estas situaciones de las de la población inactiva, formada por aquellas personas que no están en disposición de trabajar, sea por estudios, edad (niños y población adulta-mayor, o jubilada), enfermedad o cualquier otra causa legalmente establecida.
Para que exista el desempleo es preciso que la persona desempleada quiera trabajar y que acepte los salarios existentes en un momento dado. Las causas de este escenario son variadas, produciendo como consecuencia distintos tipos de desempleo que a continuación analizaremos, como son el desempleo estructural, el cíclico, el friccional y el monetario.
Tipos de desempleo
- Desempleo estructural
Uno de los principales orígenes del desempleo estructural se debe a desajustes entre la capacitación de la fuerza de trabajo y la capacitación requerida por el empleador.
La constante renovación tecnológica y la automatización hacen que, dadas las nuevas condiciones de la producción, en un momento dado la capacitación y la experiencia de ciertos trabajadores no sean ya las deseadas. El desempleo estructural también puede originarse por el desplazamiento de las industrias de una zona geográfica a otra.
Una de las características principales del desempleo de tipo estructural es el desajuste sostenido entre la calidad y las particularidades de la oferta y la demanda. De igual forma está la desadaptación del conjunto de los actores económicos respecto a la economía externa y la incapacidad del mercado interno para disminuir esa diferencia.
El trabajador que está desempleado por motivos estructurales no se puede considerar que esté en una situación transitoria entre dos empleos. De hecho, tiene sólo dos opciones: enfrentarse a un prolongado período de desempleo o cambiar drásticamente de ocupación.
- Desempleo cíclico
- Desempleo friccional
Por otro lado, cada año se incorporan al mercado de trabajo un determinado número de trabajadores, así que no es de extrañar que se produzca un cierto desfase temporal entre el abandono de los estudios y el ingreso en el respectivo puesto de trabajo. Este tipo de situaciones también habría que incluirlas en el denominado "desempleo friccional".
Aunque no en el cien por cien de los casos, una alta proporción de estos trabajadores hallarán un nuevo empleo, aunque pueda pasar algún tiempo para que ello se produzca (dependerá, entre otros factores, de la información disponible).
- Desempleo estacional
Eso es lo que sucede en, por ejemplo, la agricultura, donde el desempleo presenta fuertes cambios estacionales en función de las épocas de la siembra y de la cosecha. De igual forma ocurre con el empleo en el sector turístico, que en ciertos meses del año, especialmente durante el verano, experimenta un fuerte auge, mientras que en los meses de invierno disminuye cuantiosamente su actividad.
Todo lo que necesitas saber del subempleo
En la economía, el subempleo puede considerarse como el sector de la fuerza de trabajo que permanece inactiva o poco utilizada debido a la insuficiencia de capital o a la falta de capacidad empresarial. Situaciones de este tipo son inevitables en determinadas fases del ciclo económico y se presentan, sobre todo, en los sectores agrícolas y de servicios de los países subdesarrollados.El subempleo también puede originarse cuando una persona no está capacitada para una determinada labor, cargo o puesto de trabajo, está ocupada plenamente y adquiere trabajos menores en los que habitualmente genera escasos ingresos. También ocurre en algunas empresas donde la persona comienza con un cargo menor y después se capacita y vuelve a la misma situación.
El subempleo abarca al conjunto de personas en edad de trabajar que no laboran un número mínimo de horas a la semana o que lo efectúan sólo de manera esporádica, sin suficiente regularidad. No obstante, si el trabajador, por cualquier motivo, quiere voluntariamente persistir en esta situación, no puede denominarse técnicamente subempleo, pues es sólo un individuo ocupado que tiene una función de utilidad ocio/trabajo diferente al promedio existente en la economía.
De igual forma, se puede catalogar de subempleo cuando el trabajador no encuentra una labor que le permita incrementar su tiempo de ocupación. Esto puede ocurrir por causa de deficiencias estructurales de la economía o de un mercado en especial.
El subempleo muestra la subutilización de la capacidad productiva de la población ocupada. El concepto forma parte integrante del marco conceptual en que se inscribe la medición de la fuerza laboral, y se basa en criterios similares a los que se aplican para definir el empleo y el desempleo.
La población subempleada es una subcategoría de la población con empleo, y se determina comparando la situación actual en el empleo de dicha población con una situación de empleo "electivo" que quieran asumir y para la cual estén disponibles. En términos más sencillos, las personas subempleadas son todas las que trabajaron o tuvieron un empleo durante un tiempo referencial pero que querían y estaban disponibles para trabajar más adecuadamente.
La subutilización de las habilidades en los trabajadores es una de las más comunes de las características del subempleo. Surge en los momentos de crisis, donde se busca cualquier empleo con tal de salir adelante. Regularmente, este escenario se observa en periodos de desempleo, lo que hace que los trabajadores con urgencia de contar con un mínimo de ingresos sean contratados incluso sin utilizar enteramente sus talentos. Esta realidad es común que les suceda a los inmigrantes y a los recien graduados.
Tipos de subempleo
- Subempleo por competencias. se da cuando el trabajador piensa que está sobrecalificado para el trabajo que desempeña. Es decir, una persona con un alto nivel de experiencia y formación ocupa cargos menores, con pequeña remuneración y no relacionados con su área de estudio y capacidad (por ejemplo, el médico, abogado o ingeniero que termina prestando los servicios de un taxista).
- Subempleo por insuficiencia de horas: en este grupo se incluirían a personas que desean trabajar un mayor número de horas que las que le corresponden en su jornada normal o habitual.
- Subempleo por ingresos: es cuando los ingresos no son considerados suficientes para el cargo que se desempeña.
COMENTARIOS