Te contamos CÓMO SERÁ el CENTRO COMERCIAL del año 2050. Los establecimientos tendrán que introducir importantes cambios para poder plantarle cara al comercio digital.
El sector retail se encuentra en plena transformación. A la obsolescencia que sufren gran parte de los establecimientos, se debe añadir la sobreoferta existente de superficie comercial y la irrupción del e-commerce. De hecho, se estima que, durante los próximos 5 años, el 30% de los centros comerciales cierren sus puertas. La pregunta que todo el mundo se formula es: ¿qué va a pasar con el centro comercial?
Para entender cómo va a ser un centro comercial dentro de más de 30 años, es necesario estudiar la composición de la población, sus prioridades y sus usos y costumbres. Si la sociedad occidental ha cambiado tanto en las últimas decenas, es previsible que mute a un nivel cada vez mayor en las próximas 3. Cada generación difiere más de la anterior de lo que esta se diferenció de su precedente.
En mi opinión, los key points tecnológicos del desarrollo del sector retail son: la implementación de aplicaciones de machine learning para mejorar la eficiencia de la gestión; la proliferación del “Internet de las cosas”, digitalizando y codificando todos los elementos del lugar; y el uso del big data para brindar todas las facilidades al cliente, identificando sus necesidades y brindando una respuesta instantánea y satisfactoria.
Sería descabellado ignorar que el e-commerce va a seguir ganando cuota a la compra en establecimiento físico, por lo que el objetivo principal de los administradores de centros comerciales es reinventar el concepto para generar una propuesta de valor ausente en el comercio digital.
Pese a que se está trabajando en el desarrollo de herramientas innovadoras, como los probadores inteligentes, lo cierto es que se debe ir un paso más allá: si el cliente quiere encontrar un producto determinado, ofrecerle una app que identifique las opciones disponibles; si uno de los principales problemas es la ruptura de stock, imprimir el producto a través de impresoras 3D; si la preocupación del cliente es si el producto encaja con el estilo deseado, ofrecer instantáneamente un feedback proporcionado por influencers e integrantes de redes sociales. En esta última idea, podría introducirse la filosofía que subyace en el blockchain, permitiendo la validación de una determinada compra por un número de personas anónimas sin vinculación directa.
Por último, el trato con el cliente debe ser cada vez más personalizado. Más allá del anteriormente mencionado uso del big data, la omnicanalidad, de la que tanto se habla, no es suficiente. La necesidad de un sistema integrado multiplataforma, que permita la bidireccionalidad en la comunicación entre cliente y empresa, es evidente. Sin embargo, el éxito estriba en no dar un mensaje uniforme a todo el target, sino en tener la capacidad de segmentar de tal manera que cada cliente reciba un mensaje personalizado.
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