¿Quieres adquirir una web? ¿Tienes dudas sobre cómo tienes que hacerlo? Aquí te mostramos 7 consejos para ayudarte a comprar páginas web.
En su día ya os comentamos que se puede ganar dinero creando y diseñando páginas web. Éstas se pueden monetizar con, por ejemplo, el sistema de publicidad de Google o con plataformas de afiliación (incluso es posible vender directamente al anunciante espacios de publicidad; de hecho, existen sitios en Internet especializados en ello y que ponen en contacto a bloggers con aquellos que desean publicitarse en un determinado rincón de la web).
Sin embargo, hay otra manera de ganar dinero gracias a una página web. Imagina que la tuya ha crecido bastante y que, sin embargo, no tienes el tiempo necesario como para sacarle todo el partido posible. ¿La abandonas a su suerte? Pues no, una buena opción es venderla (mucha gente también lo hace porque necesita dinero inmediato para invertir en otro proyecto o para tapar algunos agujeros).
Ahora piensa en otra cosa. ¿Y si no fueras el vendedor, sino el comprador? Es decir, no sabes crear una página web, pero te gustaría tener una para desarrollarla aún más y conseguir beneficios a largo plazo. Entonces no lo dudes, compra una página web. Ahora bien, hay que tener cuidado qué es lo que uno adquiere y, de hecho, personalmente he padecido algunas pequeñas estafas en este mundillo. Lee atentamente estos consejos para que a ti no te suceda lo mismo.
Mientras los números nos indican que es un buen negocio, nuestro instinto puede indicarnos lo contrario. Quizás un detalle que nos llama la atención, un problema con la verificación de los datos, o simplemente porque el vendedor no nos parece alguien confiable. Eso es algo que en los números no aparecerá y, sin embargo, es vital a la hora de determinar el éxito de la compra.
Cuando compramos, debemos saber cuáles son los precios promedio del mercado para ese tipo de negocio. Por ejemplo, para los sitios online los criterios que generalmente se tienen en cuenta son los siguientes (salvo que se trate de proyectos muy recientes y uno se percate de ese riesgo):
Eso nos dará una pauta del precio real y el precio nominal, el que actualmente tiene la venta.
Si nunca compraste un website anteriormente, empieza de poco a poco. Trata de aprender todo lo posible en cuanto a la valoración y verificación de los mismos. Recuerda que los websites pueden perder valor mucho antes que un negocio de ladrillos. Por ejemplo, un cambio del algoritmo de Google perjudica su afluencia de tráfico y, por tanto, perderías ganancias.
Si el vendedor requiere pautas complejas para su venta, sería algo sospechoso. Igualmente, si nosotros complicamos la forma de pago, el vendedor creería que estamos ocultando algo. Lo ideal es un acuerdo claro en la forma de pago desde el inicio.
Generalmente, una venta no contiene todos los detalles del negocio, por lo tanto deberíamos averiguar por qué esos datos no fueron incluidos. Además, hablando con el vendedor podríamos conocer inconsistencias o algún punto contradictorio que nos ayude a sacar conclusiones.
Aunque parezca tentador, es una mala jugada. Primero, porque dañas tu reputación y, segundo, porque cada vez te será más difícil hacer negocios. Si tienes dudas con la forma de negociación, deben saldarse antes de efectuar la oferta final.
A menudo significa que el negocio no sirve, los datos son falsos, el negocio requiere mucha inversión, o tiene un riesgo elevado, o directamente la manera que tenía de generar dinero se ha terminado (por un cambio en el algoritmo de Google, porque el sitio fue penalizado o porque perdió clientes, por ejemplo). Recuerda que el diablo se encuentra en los pequeños detalles.
Sin embargo, hay otra manera de ganar dinero gracias a una página web. Imagina que la tuya ha crecido bastante y que, sin embargo, no tienes el tiempo necesario como para sacarle todo el partido posible. ¿La abandonas a su suerte? Pues no, una buena opción es venderla (mucha gente también lo hace porque necesita dinero inmediato para invertir en otro proyecto o para tapar algunos agujeros).
Ahora piensa en otra cosa. ¿Y si no fueras el vendedor, sino el comprador? Es decir, no sabes crear una página web, pero te gustaría tener una para desarrollarla aún más y conseguir beneficios a largo plazo. Entonces no lo dudes, compra una página web. Ahora bien, hay que tener cuidado qué es lo que uno adquiere y, de hecho, personalmente he padecido algunas pequeñas estafas en este mundillo. Lee atentamente estos consejos para que a ti no te suceda lo mismo.
7 consejos a considerar antes de comprar websites
1. Confía siempre fríamente en tus instintos
Mientras los números nos indican que es un buen negocio, nuestro instinto puede indicarnos lo contrario. Quizás un detalle que nos llama la atención, un problema con la verificación de los datos, o simplemente porque el vendedor no nos parece alguien confiable. Eso es algo que en los números no aparecerá y, sin embargo, es vital a la hora de determinar el éxito de la compra.
2. Comprende los precios del mercado
- Más de 2 años en la Red.
- Sin inventario.
- Con un crecimiento de tráfico constante.
- Tráfico diversificado.
- Ganancias anuales.
Eso nos dará una pauta del precio real y el precio nominal, el que actualmente tiene la venta.
3. Empieza de a poco
Si nunca compraste un website anteriormente, empieza de poco a poco. Trata de aprender todo lo posible en cuanto a la valoración y verificación de los mismos. Recuerda que los websites pueden perder valor mucho antes que un negocio de ladrillos. Por ejemplo, un cambio del algoritmo de Google perjudica su afluencia de tráfico y, por tanto, perderías ganancias.
4. Haz tus ofertas de manera simple
Si el vendedor requiere pautas complejas para su venta, sería algo sospechoso. Igualmente, si nosotros complicamos la forma de pago, el vendedor creería que estamos ocultando algo. Lo ideal es un acuerdo claro en la forma de pago desde el inicio.
5. Haz muchas preguntas
Generalmente, una venta no contiene todos los detalles del negocio, por lo tanto deberíamos averiguar por qué esos datos no fueron incluidos. Además, hablando con el vendedor podríamos conocer inconsistencias o algún punto contradictorio que nos ayude a sacar conclusiones.
6. No renegocies una oferta que ya has hecho
Aunque parezca tentador, es una mala jugada. Primero, porque dañas tu reputación y, segundo, porque cada vez te será más difícil hacer negocios. Si tienes dudas con la forma de negociación, deben saldarse antes de efectuar la oferta final.
7. Ten cuidado si es muy barato
A menudo significa que el negocio no sirve, los datos son falsos, el negocio requiere mucha inversión, o tiene un riesgo elevado, o directamente la manera que tenía de generar dinero se ha terminado (por un cambio en el algoritmo de Google, porque el sitio fue penalizado o porque perdió clientes, por ejemplo). Recuerda que el diablo se encuentra en los pequeños detalles.
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